Post
El pasado sábado 23 de mayo fue el día mundial contra el melanoma. En ese sentido, siempre hemos pensado que el mejor tratamiento del cáncer de piel es prevenir el mismo. La autoexploración de nuestra propia piel es un gesto esencial a la hora de diagnosticar precozmente cualquier tipo de síntoma o indicio de melanoma.
Este tipo de cáncer de piel es el considerado más grave, pero se puede tratar con éxito si se detecta a tiempo, así que, sabiendo que no nos cuesta nada dedicar unos minutos a examinar nuestra piel con atención, resultará esencial mantener este hábito para cuidar nuestra salud cutánea.
Estos autoexámenes pueden realizarse cada 6 meses, aunque en algunos casos puede recomendarse cada 3-4 meses. Te contamos por qué hacerlo.
El 80% de los casos de melanoma se deben a una exposición excesiva al sol, por lo que resulta obvio que la mejor manera de evitarlo o de reducir su riesgo sea estar expuesto al sol de una manera segura.
¿Cómo conseguimos esto? Evitando estar al sol durante las horas centrales del día (de 12 a 17 horas) y llevar ropa adecuada junto con la incorporación de cremas fotoprotectoras. Este sería el objetivo principal de una prevención primaria.
En el caso de la prevención secundaria, la medida crucial a llevar a cabo está en la mano de todos y cada uno de nosotros, realizándonos autoexploraciones de la piel para vigilar la aparición de algún lunar sospechoso.
Cuando así se detecte, es necesario acudir a un dermatólogo para descartar o confirmar un posible diagnóstico de melanoma. Y es que, cuanto antes se detecte este cáncer, menor serán las probabilidades de tener metástasis (las células cancerosas se separan del tumor original, viajan a través del sistema sanguíneo o linfático y forman un tumor nuevo en otros órganos o tejidos del cuerpo).
Debéis saber que los melanomas pueden formarse en cualquier parte del cuerpo. Y aunque aparezcan en mayor parte en zonas que estuvieron expuestas al sol, como la espalda, piernas, brazos y rostro, también pueden producirse en las partes que no tienen mucha exposición solar, como las plantas de los pies, palmas de las manos y uñas.
Como hemos comentado, por ello se recomiendan exámenes periódicos de la piel, que pueden y deben ser realizados por la propia persona, sin necesidad de ser profesional. En ocasiones, será aconsejable realizarse fotografías corporales, bien ayudado por un familiar o persona de confianza o bien por el médico.
Presta atención a los lunares o verrugas con la regla ABCDE. De esta forma, podremos tener una referencia para reconocer lesiones nuevas o cambios en nuestra piel. Y como siempre, en caso de apreciar cualquier tipo de anomalía, consulta con tu médico dermatólogo.