Post
Hace un tiempo escribimos una entrada recopilando aquellos falsos mitos que hemos ido desmintiendo en nuestras redes sociales.
Hoy queremos continuar con esa lista, y es que nos parece esencial acabar con todas aquellas afirmaciones sin base científica que circulan sobre la dermatología y el cuidado de la piel.
Todo lo relacionado con la cosmética y el cabello da pie a opiniones y especulaciones. Vamos a intentar acabar con algunos bulos con información contrastada y fiable.
Vale la pena invertir en cosmética sí, pero tampoco es necesario dejarse una fortuna en cremas carísimas. El lujo no tiene por qué significar que el producto sea “milagroso”. Cuando compras una crema no solo estás pagando su contenido, sino también su packaging, marca, campaña de publicidad, status…
Así que te invitamos a preguntarte algo: ¿dónde empieza la ilusión y dónde la efectividad?. Y es que, como dice la directora de la Cínica de Medicina Estética Espallargas, Mª Purificación: “No siempre lo más caro es lo mejor. Hay productos asequibles estupendos y cremas carísimas que también lo son. Todo depende de lo que busquemos y de nuestras necesidades”.
El slime es el juguete de moda que ha conquistado a todos nuestros pequeños. Muchos medios de internet como Youtube o blogs han hecho populares algunos tutoriales sobre cómo elaborar esta masa viscosa desde casa.
Sin embargo, algunas fórmulas extendidas por la red incluyen materiales peligrosos para los niños. Algunos de estos compuestos tienen capacidad de provocar dermatitis de contacto (eczema de contacto). ¿Cómo se manifiesta esto? Con la rojez, descamación, grietas e incluso ampollas en las manos del que manipule esta masa blanda y viscosa.
Nuestro consejo: hay muchas ofertas en el mercado, así que lo mejor es comprar este “blandiblú” en una tienda de juguetes para asegurarte de que se trata de un producto seguro.
En ocasiones, determinados productos activos pueden irritar al principio y más tarde, la piel se va acostumbrando. Sin embargo, debéis saber que el efecto beneficioso de los ingredientes que recomiendan los dermatólogos sigue haciendo efecto sobre la piel, aunque lleves años usando esa crema.
Es un hecho: la piel con el tiempo cambia debido a diferentes factores, por lo que no son los activos los que dejan de ser activos o beneficiosos para la piel, sino que la mayor parte de veces es debido a los excipientes o las formas del cosmético que dejan de ser apropiados para nuestra dermis.
Los protectores solares son especialmente efectivos para evitar las quemaduras solares y sólo retrasan un poco la aparición del moreno, por lo que no libran de coger tonos de más. De esta forma, la crema solar ayuda a que nuestra piel no sufra con la exposición al sol, bronceándola de forma segura.
Se puede bañar al bebé cada día si se hace un lavado suave, con poca cantidad de jabón e hidratando posteriormente con una crema hidratante a diario. Y recordad: conviene no descuidar los pequeños pliegues de la piel del pequeño ni dejarlos húmedos (tras limpiarlos o tras el baño).
Además, no podemos descuidar la zona del pañal, y con cada cambio de pañal hay que dedicar una especial atención al culito. La higiene de esta zona es fundamental porque aquí la delicada piel del bebé sí entra en contacto con bacterias y la humedad puede hacer que aparezcan afecciones diversas.
Si bien el estiramiento de la piel es una causa muy habitual y lógica en el desarrollo de estrías, lo cierto es que no es la única. Existen otra serie de problemas hormonales que inciden también en la prevención o disminución de la formación de fibras de elastina y colágeno en la dermis.
Por lo que se ha demostrado clínicamente, la etiología de las estrías incluye factores neurofisiológicos, factores endocrinos bioquímicos y factores genéticos que influyen sobre la calidad de los fibroblastos, a parte de los factores mecánicos más conocidos.
Por mucho que el gel que usemos para lavar todo nuestro cuerpo sea un gel neutro, no deja de ser un compuesto ligeramente jabonoso que puede irritar zonas más sensibles como rostro o partes íntimas. Así, lo recomendable es cuidar las zonas más delicadas por productos adecuados a sus características.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de limpiar nuestras zonas íntimas es la importancia de la temperatura del agua. Puede parecer un asunto banal pero no lo es en absoluto. La temperatura del agua con el que lavas tu zona íntima puede alterar su pH y, por tanto, hacernos más propensas a padecer infecciones.
Consultad a vuestro dermatólogo y os asesorará en qué geles son mejores para vosotros.
Los rayos que reflejan la luz azul de las pantallas digitales pueden llegar a dañar las células intradérmicas. Esto a largo plazo puede romper la estructura celular de nuestros tejidos, por lo que ser conscientes de sus riesgos nos hará tomar medidas y ser precavidos.
Nuestro cuerpo no produce vitamina C por sí solo, por lo que debe obtenerla a través de los alimentos y de aplicaciones tópicas. El uso diario de un sérum o cremas con vitamina C equilibrado y estabilizado asegurará que tu piel absorba todas las ventajas de este poderoso ingrediente.
Es cierto que el clima frío puede ayudar a reducir obstrucciones y afinar los poros, ya que mejora la circulación de la sangre. Sin embargo, cabe recordar que las bajas temperaturas pueden llevar a nuestra piel al límite, haciendo que nuestra piel se reseque y envejezca prematuramente.
Conclusión: en los meses fríos y en los cambios bruscos de temperatura, más vale prestar mayor atención a los cuidados de nuestra piel si no queremos sufrir los efectos nocivos y consecuencias del frío: grietas, durezas, pérdidas de sensibilidad y arrugas.