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Al igual que no te comerías un yogur caducado, o te preocupas por consumir algunos productos que contengan los nutrientes adecuados, debemos tener en cuenta algunos aspectos para poder escoger un buen protector solar. Y para ello, hay que saber interpretar su etiquetado.
¿Tendría sentido no hacer lo propio con la crema de protección solar y jugárnosla con la piel a todos los niveles? Vamos a repasar los conceptos más importantes y echarles un buen vistazo antes de elegir un fotoprotector.
Los protectores solares también tienen fecha de caducidad. De esta forma, el símbolo de un envase cilíndrico abierto alerta sobre el número de meses o años los cuales, una vez sea el producto abierto, no sería posible asegurar la eficacia del protector.
¡Pasado ese tiempo perdería sus propiedades y debería sustituirse por otro!
Así, en caso de que el tarro indique 12M, significa que no conviene utilizarlo al cabo de 12 meses. Esto será independiente de la fecha de caducidad (indicada con el símbolo de un reloj de arena).
Las siglas INCI significan en inglés: International Nomenclature of Cosmetic Ingredients, lo que se traduce a la Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos.
Se trata de una manera única de nombrar un componente (son los nombres latinos binomiales de género y especie). De esta manera, quedarán nombrados todos los componentes que conformen el producto, quedando citados en primer lugar los que se encuentran en mayores cantidades, y en segundo lugar, los que están presentes en cantidades más pequeñas.
El Factor de Protección Solar (FPS) indica el grado de protección ante la radiación ultravioleta B, principal responsable de la quemadura y de la aparición de cáncer de piel.
¿Cómo se calcula? A través de un método estandarizado a nivel europeo que clasifica el tipo de protección en baja (FPS de 6 a 10); media (FPS de 15 a 25); alta (FPS de 30 a 50) o muy alta (FPS 50+).
Su presencia en los envases avisa que los productos cumplen con una normativa que obliga a las empresas de envases a responsabilizarse del reciclaje de sus productos. Para realizar esta labor existen dos sociedades sin ánimo de lucro gestoras de los residuos del contenedor amarillo y azul, y el verde, respectivamente. Ellas son Ecoembes y Ecovidrio.
Este símbolo señala que en el interior del envase se encuentran sustancias y preparaciones que emanan gases fácilmente inflamables en cantidades peligrosas.
Este símbolo indica que el modo de uso y advertencias están en un prospecto adjunto, así como los ingredientes que contiene, que también pueden estar especificados en este documento.
Se utilizará cuando por razones prácticas es imposible indicar en una etiqueta la información sobre las precauciones particulares de empleo y lista de ingredientes.
Se refiere al control de contenido del producto excluyendo el envase. Es como una especie de “certificado” que indica que el envasador controla adecuadamente el peso y volumen netos, sin envase, según lo que marca la legislación RD 1801/2008.
Todos estos protectores solares cumplen la normativa vigente que garantiza la calidad, la seguridad y la eficacia.
A estas alturas todos sabemos que tomar el sol es una inyección de energía y beneficios, siempre y cuando se tomen las debidas precauciones. Y es que, una exposición excesiva puede suponer un peligro potencial para nuestra piel.
Hasta la fecha, la fotoprotección se perfila como la mejor forma de tomar el sol de manera inteligente. Así, sea cual sea la estación del año, elige un cuidado diario que incorpore un filtro solar recuerda proteger tu piel, especialmente cuando realices cualquier actividad al aire libre.