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La depilación láser es una técnica que se ha extendido, incluso para extraer el vello en zonas delicadas e íntimas. Ha mejorado mucho en cuanto a la reducción de efectos secundarios, sin embargo, esta práctica no queda exenta de riesgos. Así, hoy os hablamos de las posibles desventajas que supone este tipo de depilación para la piel.
Antes de nada hay que dejar claro que los efectos de la depilación láser serán distintos en cada paciente, ya que cada persona responderá según sus características de piel y vello. En ese sentido, creemos indispensable conocer los posibles daños que puede causar consultando con el profesional, a fin de saber qué precauciones podemos tomar y en qué casos se desaconseja.
Los efectos indeseados son consecuencia de una excesiva dosis de energía láser, ya sea porque la piel la absorbe en exceso o porque se aplique demasiada cantidad. Los equipos más actuales incorporan un medidor que mide la cantidad de melanina que tiene la piel para ajustar la energía que se debe aplicar.
Así, la dosis de láser aplicada se calcula en función del color, densidad y grosor del vello; así como del color de la piel. Sin embargo, a pesar de la sofisticación de los aparatos, el riesgo de que la dosis de energía láser sea excesiva para una zona concreta de la piel existe.
Y en ello, también influyen circunstancias personales del paciente como pueden ser la toma de fármacos o ciertas afecciones; lo que puede provocar quemaduras de distinta intensidad. Las más graves, darán lugar a otros efectos secundarios:
Acondicionar la piel antes del tratamiento es un paso esencial para conseguir resultados satisfactorios. De este modo, lograrás una depilación definitiva en un menor número de sesiones y con un mayor cuidado de la epidermis. Apunta:
Lo más recomendable es hacerlo con una cuchilla para evitar marcas o heridas y, sobre todo, de manera cuidadosa unas 12 horas antes de la primera sesión.
No debes usar depiladoras eléctricas ni depilarte con cera, al menos durante el mes previo a tu sesión.
No es aconsejable exponerse prolongadamente al sol durante los días previos al tratamiento.
El día de la sesión no utilices cremas, desodorantes, tónicos o perfumes sobre el área a depilar.
No es necesario eliminar definitivamente el uso de estos productos, pero sí durante los días previos y posteriores a cada sesión.
Aplica con normalidad cremas con propiedades hidratantes excepto el día antes de las sesiones hasta finalizarlas todas. De este modo, evitarás la sequedad en la piel. No te olvides de beber mucha agua, ya que contribuirá a una piel más hidratada y menos seca.
Los tratamientos exfoliantes te ayudarán a conseguir una mayor efectividad, ya que la epidermis estará limpia de células muertas e impurezas. Recomendamos hacerlo unas dos semanas antes de las sesiones.
Existen clínicas donde la manipulación de los aparatos no está en manos de profesionales de la medicina. La consecuencia puede ser fatal, ya que una mala aplicación de la luz del láser sobre la piel puede provocar quemaduras. Es por ello que se recomienda siempre acudir a clínicas donde la aplicación se haga por profesionales médicos, aunque su precio sea más elevado.
Así, pensamos que vale la pena invertir en un centro que nos transmita seguridad, profesionalidad y calidad. Contar con un dermatólogo como supervisor puede ser un signo de esa confianza que buscamos en la clínica, además, debemos exigir la mejor tecnología en un ambiente adecuado y de reputación en el sector de la salud y estética.
Por último, si estás tomando medicamentos que puedan alterar la sensibilidad del láser en tu piel, lo mejor es consultar con tu médico si puedes empezar con la depilación láser y, a posteriori, con tu especialista estético.