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La piel, el órgano más grande del cuerpo, destaca entre sus funciones por la protección que nos otorga. Sin embargo, en este post detallaremos qué otras funciones desempeña la piel en nuestro organismo, junto con las diferentes capas que la conforman.
Consideramos la piel un órgano dinámico porque se encuentra constantemente en evolución. Se compone en 3 capas principales, las cuales se muestran en la siguiente imagen:
Así, podéis observar como la capa más externa es la epidermis, seguida de la dermis y la hipodermis o tejido subcutáneo. Además, cada una de estas capas está formada por otras subcapas.
La epidermis consta de queratinocitos, unas células que se producen en la capa basal más interna y que acaban migrando hacia la superficie de la piel al experimentar una serie de cambios y maduración. Debido a este proceso, llamado queratinización, cada subcapa es distinta.
En la mayoría de las partes de nuestro cuerpo, la epidermis llega a tener un espesor de tan solo 0,1 milímetros. Sin embargo, este grosor se reduce aún más en zonas como la piel que rodea los ojos (0.05mm) y se amplía en otras zonas como las plantas de los pies (entre 1 y 5mm).
La dermis está formada principalmente por colágeno y elastina, que se encargan de ofrecer la fuerza y flexibilidad necesaria para que la piel muestre un aspecto sano y terso. Estos tejidos se encuentran impregnados por una especie de gel, encargado de contribuir a mantener el volumen de la piel.
Nuestro estilo de vida y algunos factores externos como la exposición al sol tienen un impacto directo sobre el colágeno y la elastina. Además, a medida que vamos envejeciendo, estos niveles van disminuyendo, lo que hace que la piel adquiera un tono menos tonificado y con más arrugas.
La hipodermis viene a ser la capa más interna de nuestra piel. Ésta almacena energía gracias a las células adiposas, las fibras colágenas especiales y los vasos sanguíneos. Así, sus fibras se conectan con las de la dermis.
La piel protege nuestro organismo de factores externos que pueden resultar una amenaza, como las bacterias, los cambios de temperatura o las substancias químicas. A continuación, recopilamos las funciones más importantes que realiza nuestra piel:
Tras saber todo esto una cosa queda clara: la piel es esencial para nuestro bienestar, ya que acaba siendo una barrera entre el mundo externo y el interior de nuestro cuerpo.